Soñarte hoy se pareció bastante a la vida,
nos tomábamos las manos a escondidas
abajo del mantel nos acariciábamos en silencio.
un silencio largo, incomodo, insoportable, como el habitual de tus visitas.
Si alguien nos veía, corría peligro nuestro amor,
Yo te agarre la mano fuerte, luego me agarraste vos pero sin miedo,
nos escondíamos porque si nos veían lo nuestro se moría.
Al menos eso me dijiste con los ojos, matándonos las ganas de decirnos años de palabras.
Pero nos miramos y las palabras no hicieron falta.
Un nudo en la garganta, sumado a toda la gente que nos rodeaba, no nos dejó decirnos nada.
Quizás en la realidad alguien intento aniquilarlo, pero no saben que el amor real no se va,
ni con tiempo, ni a través de los kilómetros, ni con mil personas.
El amor es omnipresente y atraviesa todas las cosas.