En lo onírico, el amor no es pregunta
dejamos que nos atraviese sin límite;
permitimos que sea nuestra forma de vivir,
no analizamos nada si alguno se derrite.
Cuando duermo, tus palabras no son de humo,
tu mano no me suelta, aun cuando me caigo.
En los sueños las promesas si se cumplen,
y los tropiezos se perdonan sin dudarlo.
Cuando nos lleva Morfeo, bailamos pegados
aunque no te guste, y no esquivas mi mirada,
vamos errantes por todos lados,
no te importa si estoy vieja, loca o despeinada.
En mis sueños, siempre estamos juntos,
cuando duermo, nada se desvaneció.
Cuando cierro los ojos, estas conmigo
a pesar de todo, amas a quien soy.
Cuando abro los ojos, solo yo te reelijo
y con el tiempo nada se me pasó.
Cuando me despierto, solo yo y mis escritos,
te fuiste hace rato, nunca dije adiós.
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